Me siento y observo un año atrás… Veo todo lo que he superado y la persona en que me he convertido. El 2018 fue el año más raro de mi vida; el más amargo, pero también el más dulce; el más oscuro, pero también el que más me aclaro los ojos e iluminó mi vida; sufrí mucho pero a la vez fui muy feliz; LLORÉ MUCHO, PERO REÍ MUCHO MÁS. Gente que pensé que no me iba a fallar lo hizo, me equivoque durante todo el año pero aprendí un montón de cosas, y a pesar de todo LO DISFRUTÉ!.
Nadie se imagina lo que hay detrás de cámara y las guerras que tengo que enfrentar todas las noches dentro de las 4 paredes de mi habitación, y también las guerras con las que tengo que lidiar con la vida misma… Solo le doy a mi entorno, la sociedad y quienes me rodean LO POSITIVO de mí. Quizás la vida me ha golpeado, pero todavía no ha logrado quitarme la sonrisa. Ni lo hará tampoco!
Sigo de pie, ahora soy más fuerte, y me siento orgulloso por todo eso, porque he superado todo lo anterior y también superaré todo lo que viene.
En el 2018 fallé, quebré, aprendí, me abrió los ojos, me cambio, me levanté y salí con todo… Ahora en el 2019 lloverán las bendiciones.
By: Víctor Román Carrasco Bueno
-Activista Social-